Mundo ficciónIniciar sesiónSophie Chen bajó el arma humeante y sonrió porque finalmente había logrado lo imposible: traicionar a todos simultáneamente.
Diego yacía inmóvil sobre la cubierta del yate, el impacto de la bala había resonado como un trueno en su pecho, pero el chaleco antibalas Kevlar que llevaba bajo la camisa había cumplido su función. La bala había rebotado, dejándolo sin aire y aturdido, pero vivo. Sus pulmones luchaban por recuperar el ritmo mientras sus ojos se enfocaban lentamente en la figura de Sophie, que se alzaba sobre él como una diosa vengativa bañada por la luz dorada del atardecer mediterráneo.
—¿Qué... qué haces? —murmuró Damián, su voz temblorosa mientras sostenía a Valentina contra su pecho. La confusión distorsionaba sus facciones perfectas, transformándolas en una máscara de incredulidad.







