Volvimos al palacio para desayunar y en el camino le fui enseñando a Asher un poco de danés. Era gracioso escucharlo tratar de pronunciar las palabras y mis risas no se hicieron esperar.
—Goddag...—pronuncié despacio para que lograra entenderme—Es como un saludo más formal.
—¿Godagad?—reí negando y le di un par de besos.
—Goddag, amor, no es tan difícil.
—Quizás me estoy equivocando a propósito para que me beses.
—En ese caso nunca vas a aprender...—me distraje besando sus labios y lo abracé por el cuello—Jeg elsker dig—murmuré contra sus labios y apretó mi cintura riéndose.
—Espero no me estés insultando porque también me sé muchas groserías—reí dándole tantos besos como pude y terminamos besándonos lentamente.
—Acabo de decirte que te amaba
—¿Cómo se dice que te extrañé mucho?
—Jeg har savnet dig sa meget, min kærlighed—frunció el ceño y exploté en risas volviéndolo a besar una vez más, no me cansaba de hacerlo.
—Desde que supe que eras danesa tengo una fijación por los países escan