-¡¿Quién eres, quién está aquí?!
Una risa burlona resonó en el lugar.
-Soy el señor y guardián de este bosque, y de otrora cosas más pero, tú eres desdichada y afortunada al mismo tiempo, acaso ¿Eso no es algo bueno?
Un silencio sepulcral dramatizó la escena.
-¡Vamos! Vi todo lo que sucedió y se lo qué tú corazón desea.
Nuevamente el silencio.
-Quiero matar a quien me hizo esto- dijo ella, soltándose en llanto nuevamente.
-Yo puedo ayudarte con eso, ¡aclaro! ...solo si confías en mi.
Estaba helada, aterrada, segura, triste, decidida. Un verdadero cóctel de emociones se producía en su interior.
-Solo sí de verdad estas dispuesta a sacrificar cualquier cosa para lograr vengarte.
Levantó su rostro y lo que vio allí parado frente a ella era algo inimaginable. Una especie de ser alado de anatomía inexplicable y totalmente oscura, incluso más negra que la mismísima oscur