Decidida a regresar, tomó el mapa. Su mente perdida no reconocía los cuadros por más que los viera. Como no estaba acostumbrada a poner a trabajar su mente, lo guardó. Se giró para volver por el camino que conocía. Al final, regresó a la gran casa en donde había dormido la noche anterior. Entonces, trató de nuevo de ubicarse en el mapa.

Pero cuando lo desenvolvió, gotas mancharon el papel. Su cuerpo reaccionó de golpe, inhalando aire para soltar un sollozo. El abandono realmente le había afectado. No se creía capaz para seguir sola; así que quería regresar de inmediato. Sin embargo, no sabía ni como hacerlo. Tenía miedo. Cuando llegó a la ciudad el primer día no creyó que sería tan complicado buscar la herencia. Pensaba solo entrar a la casa, recibir el premio y marcharse.

No obstante, cuando vio lo lejos que estaban las mansiones, Juan fue quien le dio el imp