OLIVER
Mis músculos se contraen, siento que cada una de mis articulaciones estallan, mi puño choca contra el rostro de mi contrincante y este cae al suelo casi noqueado, lo que hace que toda la gente que ha venido a ver la pelea, se ponga de pie llena de euforia, gritan mi nombre y el referí levanta mi mano, me proclamo nuevamente campeón y mi imagen aparece en todas las pantallas, cuando bajo del cuadrilátero, mi entrenador me recibe con ovaciones.
—Una pelea más y subes al primer lugar —me dice dándome una palmada en la espalda.
Camino entre flashes y halagos femeninos hasta que todo queda atrás cuando camino por el corredor que lleva directo a mi camerino.
—Tenemos que...
La voz de mi entrenador como el de todo el mundo, desaparece, siempre es lo mismo, llevo un año sintiendo el puto vacío que me aplasta el pecho y me domina por las noches, desde que ella se fue, le creí, confíe y me abandonó como todas lo hacen, estaba seguro de que ella efa diferente, fue erróneo.
—Necesitas desc