"Rafael"
Giovana no era tonta, no estaba solo "recolectando datos", de hecho, eso era lo que no estaba haciendo, realmente había encontrado una manera de intentar convencerme de que podía besar y que yo no podía quejarme. Pero también había encontrado una manera de obtener más información de Anderson. Confieso que me divertí con la forma en que se puso avergonzado, parecía tener vergüenza de decir, lo que era al menos curioso porque generalmente a los chicos no les importa contar esas cosas y algunos idiotas adoran presumir. Me gustó la reacción de Anderson.
—¡Anda, Anderson, cuenta! —Hana incentivó y Anderson estaba como si intentara esconderse.
—¡No es una buena idea! —Respondió y Giovana lo encaró, como quien no desistiría. Puso los ojos en blanco. —Disculpa, jefe, ¿qué hago?
—Cuéntale. —Me encogí de hombros, a estas alturas estaba curioso. —Pero después de la profesora de matemáticas, creo que es bueno que elijas bien las palabras. —Le alerté y esperé la respuesta. De hecho me