"Giovana"
¡Me enojé tanto con esa mamá de Hana! Nunca había visto a una mamá hablar de esa manera con una hija, ni mi abuela que vivía fastidiando a mi mamá y a mi tía había dicho tantas cosas crueles. Y vi la decepción y la tristeza en los ojos de Hana. Y vi cuando simplemente cerró los ojos y esperó el golpe de la mano de su mamá, la mujer que debería amarla por sobre todo. Mi mamá nunca me había pegado, ni siquiera amenazado.
Pero entendí que esa mujer no amaba a Hana. Y entendí todo lo que mi papá siempre dijo sobre que mi mamá me amaba y todo lo que Hana me había dicho en los últimos días sobre que mi mamá era una buena mamá. Hana no merecía de verdad aquello, nadie merecía no ser amado por su propia mamá. Y ya me estaba gustando tanto Hana, porque me escuchó, me dejó gritar y llorar cuando estaba con más rabia y fue gentil, aunque yo había sido una peste. Entonces no dejaría que esa mujer la tocara.
Defendí a Hana con toda la fuerza que tenía y después Anderson nos defendió a