"Giovana"
Mis notas estaban mejorando mucho desde que empecé a estudiar con Anderson, y me estaba gustando sacar notas altas. Pero lo que realmente me tenía ansiosa era la nota del examen de matemáticas, así que cuando la profesora entró al salón de clases ya tenía las manos sudando.
—¡Estoy seguro de que te fue muy bien! —Anderson me habló bajito y le sonreí. ¡Era tan tierno cómo me apoyaba en todo!
—Cálmense, solo voy a entregar los exámenes al final de la clase o no me van a dejar dar la clase. —La profesora avisó y me desinfle en la silla.
Y lo peor fue que la clase pareció interminable, la profesora era excelente, pero parecía que nunca iba a parar de hablar y yo solo quería restregarles mi éxito en la cara a esas tres idiotas de mi salón.
Y cuando faltaban apenas diez minutos para que terminara la clase la profesora se sentó en el escritorio y avisó que entregaría los exámenes en orden de notas, de las más altas a las más bajas.
Claro que las primeras en recibir los exámene