"Anderson"
Ese entrelazar de dedos que nos mantenía conectados solo se soltó cuando abrí la puerta del apartamento y entramos, Rafael estaba sentado en el sofá revisando algunos papeles y se levantó inmediatamente para abrazar a su hija.
—¿Cómo fue en la escuela hoy, querida? —Preguntó y encaró a Giovana que tenía una sonrisita toda convencida.
—Papá, mi nuevo lema es: ¡cabeza en alto, sonrisa en el rostro, oídos sordos y besito para las envidiosas! ¡Me fue muy bien! —Parecía llena de energía y feliz.
—¿Sí? Mira, me gustó oír eso. ¡Felicidades! —Rafael me miró, entrecerró los ojos y se acercó a mí.
—Guapito, el rosa te combina, pero creo que deberías limpiar esa marquita de beso ahí en el rostro antes de que la fierecita la vea. —Rafael se acercó más y examinó mi rostro.
Estaba bromeando conmigo, porque sabía muy bien de quién era ese labial que había olvidado limpiar y me puse un poco avergonzado, fue un desliz de mi parte, no es que fuera a esconderle lo que había pasado, no ib