"Melissa"
Llegué al restaurante que había al lado del hospital y las chicas ya estaban ahí. Estaba irritada, muy irritada.
—Ay, Mel, te demoraste, ¿qué pasó? —Catarina preguntó y resoplé.
—Heitor, está en la buena con los otros tontos y sobrecargándome de trabajo. —Respondí irritada.
—Pero ¿qué hizo? —Sam preguntó.
—Tu maridito se escapó de la oficina hoy muy tempranito y hasta ahora no ha vuelto, pero me mandó un mensaje pidiendo que revise los contratos de todos los clientes del despacho, porque uno de ellos está cuestionando las condiciones pactadas y él no quiere que ese cliente contamine a los otros. —Respondí.
—Apuesto a que es ese insoportable de la telefónica, ese hombre es imposible. —Sam se lamentó y estuve de acuerdo.
—También creo que es él, pero tu marido no me quiso decir para no viciar mi mirada sobre los contratos. Si esos contratos fueran aún impresos mi oficina estaría pareciendo el cajón de un archivo. —Resoplé.
—Qué gracioso, eso me recordó esa vez que te ma