"Fernando"
Llegué al hospital el lunes por la mañana con una nueva determinación, Melissa tenía razón, necesitaba posicionarme de forma más asertiva y dominante, seguro de lo que estaba haciendo, de mi nueva posición, o como me aconsejó el tío Álvaro después de que las chicas salieron del apartamento, dejar atrás al niño bueno de mamá y convertirme en un hombre firme y decidido. Y lo primero que haría sería tener una conversita con mi asistente que estaba pareciendo un poco entrometida.
—Buenos días, Hana. En mi oficina. —Le dije en cuanto pasé junto a ella.
—Por supuesto, jefe. —Entró y cerró la puerta.
—Hana, tú eres mi asistente y no estás aquí para hacer recados, tampoco para vigilarme. No quiero chismes en este hospital y no quiero que mi asistente se meta en mi vida personal. —La advertí y ella abrió más esos ojitos rasgados. —Lo que pase aquí que sea del interés de Melissa, yo mismo se lo diré. ¿Quedó claro?
—¡Perfectamente! —Respondió haciendo un gran esfuerzo por morderse