"Melissa"
La vida es como un terreno accidentado, llena de altos y bajos y a veces te caes y te raspas la rodilla, pero lo importante es levantarse, sacudirse el polvo y ponerse ese antiséptico en la herida, a veces arde, pero le das una sopladita y sigues adelante.
Experimenté algunos bajos y muchos altos. La vida me había tratado bien, había sido buena hasta ahí. Hasta en el peor momento que viví, la vida había sido gentil conmigo, porque estaba protegida por una red de apoyo y amor. Miré el jardín todo adornado con los colores del arcoíris y sonreí, era la sonrisa de quien tenía mucho que celebrar.
Mis hijos estaban cumpliendo un año de vida, había sido un año desafiante, pero gratificante, estaban sanos y llenos de vida, volviéndome un poco más loca, pero eran niños felices. Ni mi "Mary Poppins" pudo con ellos, en cuanto empezaron a gatear y desaparecer por la casa se tiró en el sofá frente a mí y pidió apoyo.
Contraté dos niñeras más y aun así los angelitos todavía conseguían