"Melissa"
La semana estaba pasando rápido y las cosas estaban una locura, pero todo estaba saliendo bien, gracias a mi tropa de amigas sensacionales. Ya estaba a mitad de semana y haríamos la primera prueba de los vestidos, estaba animada y ansiosa, era el vestido que soñé toda la vida y la estilista aceptó adaptar un vestido que ya tenía listo y por eso daría tiempo para que mi vestido estuviera listo el día de la boda.
—¡Ay, Mel, estoy tan ansiosa! —Catarina me tomó la mano y la suya estaba helada.
—¡Cat, estás más nerviosa que yo! —me reí.
—Estoy loca por verte de novia —confesó Catarina y me reí, jugamos tantas veces a fiestecita de boda cuando éramos niñas que mi mamá hasta nos había comprado diademas con velo de novia para que jugáramos.
—Llegué a pensar que este momento nunca llegaría —comenté y abracé a mi amiga—. Gracias, Cat.
—¿Por qué me estás agradeciendo? —me devolvió el abrazo.
—Porque estoy segura de que le diste un buen jalón de orejas a Nando —sonreí.
—Ah, pero