"Ricardo"
Anabel estaba tan nerviosa, sabía que estaba preocupada por la reacción de mis padres, pero sabía que la acogerían, a pesar de las diferencias con su padre. Mis padres eran exigentes y a veces querían que viviéramos a su manera, pero eran padres amorosos que no rebasaban los límites, casi siempre. Y cuando mi mamá abrazó a Anabel, fue totalmente inesperado para ella y tuve la certeza de que estaban acogiendo a mi novia.
—Gracias, señora. Es un placer conocerla. —Anabel le devolvió el abrazo y pareció cómoda en él. Mi mamá era cálida y afectuosa, tuvo seis hijos y siempre recibió con cariño a nuestros amigos e incluso a los allegados, a excepción de Taís, las dos siempre tuvieron una relación tormentosa.
—No me digas señora, es Elvira. —Sostuvo las manos de Anabel y la miró pareciendo emocionada. —Tengo que agradecerte por sacar a mi hijo de esa tristeza en que estaba.
—Mamá. —Le advertí. No podía creer que mi mamá fuera a empezar con el discurso de que estaba preocupada d