"Ricardo"
Tomé el celular e hice la llamada a mi padre. Mientras el teléfono sonaba pensaba en cómo abordar el tema dando la mínima información posible. Y aún había cuatro pares de ojos sobre mí que parecían bastante ansiosos.
—¡Ricardo! Llamándome temprano, no debe ser algo bueno. —Mi padre se rio, aunque de hecho generalmente llamaba a mis padres por la noche, cuando ellos también estarían en casa y podríamos conversar con tranquilidad.
—¿No puedo extrañar a mi padre? —Bromeé y se rio más.
—Si extrañaras tanto a tu viejo padre, vendrías a visitarlo. —Era un reclamo justo. Desde que fui tras Taís no había vuelto a visitar a mis padres. —Tu madre te extraña.
—¡Y yo los extraño de verdad, papá! Voy a arreglar para ir a verlos, pero ustedes podrían venir a pasar unos días conmigo.
—Sí, es una posibilidad. Pero dime, ¿qué pasó?
—Papá, necesito información sobre una persona.
—¿Una persona? —Mi padre pareció desconfiado. Era un hombre inteligente y que pensaba muy rápido. —¿Nombre?