"Ricardo"
No esperaba que Anabel comprendiera esta situación, pero ni siquiera necesité explicar. Llamé a mi papá mientras iba a la estación, expliqué la situación y pedí que mandara un abogado. Cuando llegué a la estación Flavio vino enseguida.
—Rick, perdóname, pero te llamé porque si estuviera en tu lugar querría saber. —Flavio explicó.
—E hiciste bien, amigo, te agradezco por eso. ¿Qué necesito hacer para liberarla? Ya hay un abogado en camino. —Hablé.
—Entonces vamos a esperar que llegue, por el momento es lo que necesita. —Flavio me puso la mano en el hombro.
—¿Puedo hablar con ella? —Pedí.
—Hermano, solo que no tengo ninguna sala libre hoy, hasta la mía está ocupada, el turno está terrible. ¿Puede ser ahí en la celda? —Flavio preguntó.
—Puede, claro. —Confirmé y miré a Anabel que me dio una sonrisa.
—Ve, te espero. —Habló con voz suave.
—Rena, lleva a Ricardo allá a la celda para hablar con las chicas. Ven, Ana, vamos a tomar un café en la cocina. —Flavio me dejó más tr