"Irina"
Fui echada de mi propia casa, con la ropa puesta y nada más. Eso era humillante y no lo aceptaría así. Aprovecharía que tenía que firmar el divorcio para recuperar todo lo que era mío, la casa, el carro, el dinero, las acciones de la empresa, ¡todo!
El conductor paró el carro frente a esa casita sin gracia. Pedí que esperara un momento y toqué el interfón. Lucas abrió el portón y entré apurada.
—¿Olvidaste la llave? —Estaba parado en la puerta viéndome atravesar el pequeño jardín.
—Salí de casa sin mi bolsa. Ve y paga el taxi, después hablamos. —Mandé.
Entró a la casa conmigo y sacó el dinero de una lata de azúcar en la cocina. ¿Pero qué lugar era ese para guardar dinero? Mientras salió a pagarle al conductor fui a la cocina y miré la lata, había buen dinero ahí y era mío. Iba a echar a ese traidor, porque después de todo se acostó con mi hija, sería mejor esconder el dinero. Agarré los billetes y me los metí en el bolsillo del pantalón de mezclilla que estaba usando, nece