"Anabel"
Fue apenas cuando Rick cayó de rodillas frente a mí que tuve la certeza de que había hecho lo correcto. Embarazarme fue una decisión de amor, una decisión que surgió en mi corazón no solo porque sabía que Rick quería ser papá, tampoco porque siempre quise ser mamá, sino que surgió porque lo amaba tanto que quería mezclarlo conmigo y tener parte de él que también fuera parte mía y que tendría para siempre. Quise ese hijo en mi corazón porque quería el hijo de él, porque el amor que sentía por él era demasiado grande y aún necesitaba ser multiplicado.
Nos sentamos en el sofá y la película fue olvidada. Rick puso mis piernas en su regazo y acarició mi barriga como si ya tocara al bebé. Estaba emocionado, entre reírse y limpiar una lágrima u otra que aún caía de sus ojos.
—¿Cómo? —preguntó sonriendo, su sorpresa aún no había pasado. —Quiero decir, sé cómo, pero tomabas píldoras.
Me miraba ansioso, como si quisiera saber cada detalle, como si quisiera participar de cada segundo