"Ricardo"
Tengo que admitir que las chicas trabajaron muy bien. Finalmente nos estábamos mudando a nuestra casa. Había quedado todo muy hermoso y de hecho, cuando entré a la casa después de todo listo, tuve la sensación de estar en una villa italiana. Era encantador, acogedor, hermoso y alegre. La tal mesa de comedor que Anabel compró era simplemente gigante, era una mesa para una familia grande y unida y me daba ganas de verla completa.
Me sorprendió la energía de Anabel, con todo lo que estaba pasando decidió organizar un brunch para recibir a nuestras familias y amigos y presentar nuestra casa nueva. Entonces, aquí estaba yo, un domingo en la tarde, apreciando a los hijos de mis amigos correr por el jardín, viendo a mi familia y mis amigos reír y conversar. Era casi todo lo que siempre quise en la vida, solo faltaba una cosa.
Estaba sentado en una mesa con sombrilla en el jardín y vi a Anabel más adelante conversando con Don y Del, estaba hermosa en un vestido largo azul claro co