"Ricardo"
Me quedé tan obsesionado con la conversación susurrada de Anabel con Melissa que casi no dormí y me di cuenta de que todavía tenía un miedo casi irracional de ser traicionado otra vez, irracional porque Anabel no era Taís, no se parecía en nada a ella. Pero todavía tenía miedo. Tal vez debería hablar with Melissa.
—¿Estás seguro de que estás bien, Rick? Te noto muy callado —preguntó Anabel por tercera vez desde que salimos de casa.
—Sí, estoy bien. Solo un poco cansado, el fin de semana estuvo agitado, creo que me estoy poniendo viejo —comenté y traté de sonreír.
—Un viejo muy hermoso y sexy —susurró en mi oído—. Prometo que pasaremos el próximo fin de semana en la cama.
—¿Y todas las noches durante la semana? —bromeé.
—Nosotros dos, la cama y una película antigua para cada día de la semana —me dio un beso y se bajó en su piso. Su propuesta me pareció perfecta.
Acababa de sentarme cuando Alencar entró a mi oficina, con una expresión feliz y despreocupada.
—¡Anímese mu