"Lisandra"
Cuando su boca tocó la mía sentí como si miles de mariposas batieran sus alas delicadas dentro de mí, no solo dentro de mi estómago, sino dentro de mí entera sentí esa revoloteada delicada y deliciosa que me dejó erizada.
Al segundo siguiente, fue como si mi corazón parara de latir y sentí miedo de que simplemente se alejara con rabia, como pasó en mi cuarto cuando tenía quince años. Pero no se alejó, me besó más y más.
Entonces me sentí en caída libre, como si hubiera saltado hacia él y nada más pudiera detenerme, nada más pudiera impedirme tocarlo. Mi corazón se aceleró, mi cuerpo tembló, mis manos lo buscaron nerviosas. Me desconecté del mundo en ese instante y fue como si entrara en un mundo nuevo, un mundo en el que solo existíamos nosotros dos.
Ese beso fue todo lo que más deseé en toda mi vida. Nunca quise más nada como quería ese beso y ahora lo quería aún más. Fue cálido, caloroso, dulce, perfecto. Su boca era como un oasis en el desierto que saciaba mi sed y mi