"Lisandra"
Las chicas fueron entrando y sentándose a mi alrededor. Cuando llegué aquí no podía decir que tenía muchos amigos, solo dos o tres en Alemania, pero en Campanario, era como si no conociera a nadie. Y entonces vine a Porto Paraíso, huyendo de lo que no quería y encontré en esta ciudad todo lo que quería, un trabajo, un amor y muchos amigos. Estaba agradecida por todas esas personas maravillosas que encontré aquí y que estaban dispuestas a quedarse a mi lado.
—Ya hablé con Flavio, Lisa, si no le da una buena lección al tonto de Patricio y le deja por lo menos un ojo morado, ¡yo misma lo hago! —Manu entró como si estuviera lista para la batalla.
—Ay, Lisa, te voy a decir algo, sé exactamente lo que estás sintiendo. Heitor me engañó cuando empezamos a salir y casi me muero de tristeza. —Sam se sentó a mi lado y capturó mi atención. No sabía de aquello y me contó todo lo que había pasado.
—Y lo perdonaste. ¿Cómo? —La encaré.
—Lo amo, Lisa, y fue más difícil estar lejos de él