"Guilherme"
Era lo único que me faltaba, que esa fresca de Lisandra se desmayara en medio de la calle. Pero pensándolo bien, el problema no fue que se desmayara, fue que gritó antes de eso y apareció un hombre corriendo a socorrerla, porque si solo se hubiera desmayado la habría llevado de ahí fácilmente. Pero gritó y ese hombre estaba saliendo del edificio y corrió a ayudarla.
Aún traté de engañarlo, dije que estaba en la calle y fui a ayudarla, que gritó porque casi la asaltaron y yo puse al bandido a correr y que la llevaría al hospital. Pero el hombre no cayó en mi conversación, dijo que no me preocupara, pues la conocía y la llevaría al hospital él mismo. Pronto apareció el portero del edificio y ahí me las arreglé para salir de ahí rápido.
Pero me quedé esperando, pues quién sabe si la dejaría en el hospital y se iría. Podría aprovechar la oportunidad. Pero no, el buen samaritano la llevó al hospital y se quedó ahí y solo salió después de que llegó el troglodita de Flavio. ¡Ju