"Flavio"
Fuimos a casa de mis padres y cuando llegamos realmente se sorprendieron. Mi madre abrió los brazos y vino a recibirme.
— Hijo, ¡volviste, finalmente! —Ella me abrazó.
— No te engañes, mamá. Vine solo para hablar con ustedes, regreso hoy mismo a Porto Paraíso. —Dije de inmediato y ella puso su mano en mi rostro.
— ¿Cuándo entenderás que tu lugar está aquí? —preguntó.
— Ya no, mamá. —Respondí y saludé a mi padre.
— Pues creo que cambiarás de opinión muy pronto. —Mi padre habló con una sonrisa en el rostro.
— ¿Dices eso por Sabrina, papá? —Le di una sonrisa cínica—. Estoy tratando de entender cómo logró anular la sentencia de divorcio.
— Por lo que sé, desististe del divorcio porque ella estaba embarazada. Y firmaste todos los documentos para ella. Pero esa irresponsable viajó y perdió a mi nieto en un aborto espontáneo. —Por la forma en que mi padre habló, parecía que realmente creía en ese supuesto aborto espontáneo.
— ¿Es lo que sabes, papá? ¿Es todo lo que sabes? —P