"Flavio"
Después de la visita de mi padre pasé el resto de la semana tenso, sin tener idea de lo que estaba tramando. Hasta llamé a mi hermano, pero él no sabía nada, aunque prometió tratar de descubrirlo. El sábado fui a ayudar a Manu con la mudanza.
— Bajita, ¿esto es todo? —pregunté colocando la última caja de la mudanza de Manu en el auto.
— Sí, grandote, alquilé el apartamento amueblado, así que no tengo muchas cosas para llevar a tu casa.
— Nuestra casa —la jalé por la cintura y la corregí—. Ahora es nuestra casa. En realidad siempre lo fue.
Manu y yo pasamos el sábado en su apartamento organizando la mudanza, al final de la noche mi Bajita ya ocupaba mi apartamento y toda mi vida. Estaba demasiado feliz con eso.
Pero todavía estaba preocupado por la visita de mi padre al inicio de la semana. Después de esa visita había estado quieto. No había hablado sobre nada de esto con Manu, ella ya estaba lidiando con su propia madre loca y no quería que se preocupara por mi familia,