"Manuela"
¡Miraba ese jardín estupefacta! Parecía no haber suficiente color rosa en el mundo para mi pequeña Azucena. Estaba en brazos de Olivia, encantada con una mariposa color rosa enorme cerca de la mesa del pastel. Mi pequeña niñita estaba cumpliendo dos años. Tenía el cabello negro del padre, pero en el resto se parecía mucho a mí, era dulce y delicada, y con sus pequeños gestos encantadores y sonrisas enamoradoras encantaba a todos.
—Pequeñita, ¡deberías estar sentada! —Flavio apareció a mi lado.
—¡Estoy embarazada, grandote, no incapacitada! —me quejé.
—Sí, embarazada de nueve meses y ya vi esto pasar, ¡andas de aquí para allá y este niño va a nacer en medio de la fiesta de su hermana! —Flavio se había puesto listo. Cuando nació Azucena quiso saber qué había pasado y le preguntó al Dr. Molina si el hecho de que hiciera largas caminatas por el jardín había hecho mal, lógico que el médico se rio y le dijo que eso había contribuido al parto.
—Quédate tranquilo, Flavio, Valent