"Flavio"
Me quedé un ratito parado en la puerta de la cocina observando a mi Bajita cantar y bailar. Estaba tan distraída que no notó que yo estaba allí. Sentí que el corazón se me calentaba y latía más fuerte, ella era perfecta para mí.
— ¿Viste al pajarito verde, Bajita? —provoqué y ella se asustó.
— ¡Grandote, qué susto! —puso la mano en el pecho, pero enseguida sonrió—. Vi un pajarito, pero no era verde.
— Bajita, eres un encanto —la abracé y la jalé hacia arriba para besarla, ella enlazó las piernas en mi cintura, sorprendiéndome una vez más—. ¿Esto todavía es efecto del whisky?
— No puedo mentirle a un delegado, me gustaría decir que sí y mantener mi reputación de buena chica, pero el efecto del whisky ya pasó. Esto soy solo yo volviéndome más confiada e intentando dejar atrás a la Manu insegura y reprimida —había una sinceridad cortante en lo que dijo.
— Mmm, ¡me está gustando! —la animé, porque quería mucho que esa Manu confiada saliera de una vez, era deslumbrante, sexy