"Flavio"
Manu estaba hermosa, sexy y totalmente desinhibida. Estaba fascinado viéndola así, esto me produjo una excitación insana y no iba a controlarme, iba a dejar fluir. La deseaba de una forma primitiva y apasionada.
Tan pronto como mi Bajita se posicionó, me agaché detrás de ella, separé sus piernas dejándolas bien abiertas, corrí sus bragas a un lado y comencé a lamer su cosita que estaba mojadita y llena de deseo. La lamí escuchando sus gemiditos, me levanté y la sujeté muy firme por la cintura, solo entonces me posicioné y penetré su sexo con fuerza. Ella jaló aire hacia sus pulmones.
— ¿Todo bien? —pregunté en su oído y ella dijo que sí.
Comencé a salir de ella y volví a entrar, con una estocada firme. Empecé con un ritmo lento y fui acelerando cada vez más. Pronto encontramos un ritmo delicioso y alucinante en el que ella me acompañaba, yo la penetraba y ella empujaba las caderas contra mí, como si implorara por más. Sus gemidos se mezclaron con los míos en aquel dormitor