"Manuela"
Flavio y yo nos quedamos ahí mirándonos por un tiempo, como si me estuviera dando tiempo para absorber lo que me había dicho. Después de un rato volvió a hablar:
—¡Perfecto! Entonces ahora ¿me quieres contar por qué estás así tan llena de neurosis? Porque sé que hay un motivo, eres una persona sensata, chiquita y si estás así, llena de celos es porque pasó algo.
—Es que... —mi voz se entrecortó y salió más baja de lo que quería—. Tengo miedo.
—¿Miedo? ¿Miedo de qué, chiquita? —pasó los pulgares por mi rostro limpiando las lágrimas.
—Miedo de que te des cuenta de que no te gusto tanto. Que encuentres a alguien mejor y más interesante y más bonita y... —mi boca fue callada con un beso. Me apretó en sus brazos y me besó con tanto amor que derritió todas las barreras de mi corazón, iluminó cada rinconcito y fue como si me estuviera arrancando el miedo. Después me cargó y salió conmigo del baño, yendo a sentarse en el sillón del cuarto conmigo en su regazo. Antes de volver a