"Flavio"
El comisario Rogerio maldijo y presionó el arma en mi cabeza.
—¿Para qué hacer esto, comisario Albano? ¿Eh? Los dos somos de aquí de la región, sabemos cómo son las cosas por aquí. —El comisario Rogerio trataba de argumentar con Albano.
—Rogerio, suelta esa arma. Esto se acaba aquí. No sé dónde crees que vives, pero de donde vengo yo las cosas no se resuelven con privilegios y haciéndose de la vista gorda. Vendiste tu alma al diablo y disfrutaste de privilegios aquí por bastante tiempo, ahora vas a pagar un precio por eso. —Albano le respondió al otro.
—Puede ser, pero me voy a llevar a este pendejito al infierno conmigo, porque si no fuera por él, mi vida estaría tranquila como siempre fue. —Rogerio amenazó y presionó aún más el cañón del arma en mi cabeza.
—No vas a hacer eso, Rogerio. Porque si lo haces, solo vas a empeorar las cosas para ti. —Albano trataba de negociar con Rogerio.
Por el rabillo del ojo vi a Breno moverse en la sala lentamente. Sabía lo que iba a ha