"Flávio"
Patrício me llamó preguntando si tenía tiempo para tomar algo con él. Encontré a mi amigo muy serio y generalmente Patrício era un tipo relajado y bromista. Parecía que algo andaba mal. De cualquier forma sería bueno salir con él un rato. Quedamos de encontrarnos después del trabajo y citamos en un bar, cuando llegué él ya estaba ahí.
—Qué tal, comisario. —Patrício me saludó serio, ya me estaba preocupando.
—¿Qué onda, hermano? ¿Qué pasó? —Pregunté enseguida.
—Ay, Flávio, ni yo sé qué pasó. —Patrício suspiró.
—¿Cómo que no sabes? —Pedí una bebida y esperé a que mi amigo hablara.
—Hay algo mal con Virginia. —Entonces era eso, hasta yo ya había notado que Virginia se estaba comportando de forma extraña, como si anduviera medio desconectada del grupo.
—Patrício, noté que anda evitando a las chicas, siempre está ocupada con algo, pero no pensé que ustedes tuvieran problemas. —Miré bien a mi amigo y conocía esa expresión en su cara, ya la había visto antes.
—Yo tampoco pens