Lo siguiente que recuerdo es despertar de un salto en el sofá de la oficina de Alessandro. Miré alrededor y Samantha estaba sosteniendo mi mano, doña Margarida entraba con una bandeja de té, Patricio hablaba nervioso por teléfono, Rick también estaba con el celular y Alessandro gritaba desesperado a Danilo, el jefe de seguridad.
— Alessandro, despertó. —Samantha lo llamó y él vino rápidamente.
— Mi ángel, ya notifiqué a la policía. Lygia y las chicas ya vienen en camino. Parece que Denis y Daniel eran los traidores. Los dos desaparecieron. —Alessandro lloraba mientras me ponía al día—. También le pedí al Dr. Molina que viniera a verte.
— Alessandro, mi hijo, es solo un niño pequeño... —estaba en pánico.
— Lo encontraremos a salvo, mi ángel. Lo haremos. —Alessandro dijo mirándome a los ojos—. Necesito que te mantengas tranquila por nuestro bebé en tu vientre, pero no quiero quitarte los ojos de encima. Déjame que yo me encargue de encontrar a Pedro.
— Este no te dormirá, hija, pero