Al final del día llamé a mi novio para avisarle que no nos veríamos.
— Mi ángel, qué bueno que me llamaste. ¿Está todo bien?
— Hola, amor, sí, todo bien. Solo quería avisarte que hoy no vamos a poder vernos.
— ¿Y puedo saber por qué mi novia me está rechazando?
— Hoy es el día del "club de chicas", día de las muchachas. Vamos al centro comercial y después todas se quedarán a dormir en mi casa.
— ¿Y yo estoy obligado a morirme de extrañarte a ti y a Pedro? No sé si me gustan tus amigas —Alessandro lloriqueó como un niño.
— Aprovecha para salir con tus amigos, todos estarán en la misma situación que tú. Mañana nos vemos —dije riendo.
— Está bien. Además, no quiero problemas con la tropa.
— ¿Tropa?
— Sí, tropa. Ustedes son un batallón de mujeres con una estructura muy bien organizada y listas para la guerra. Prefiero evitar eso —Lo escuché decir esto y estallé en carcajadas.
— Pero, mi ángel, nada de encontrarte con Levy y sus amiguitos, por favor.
— Tranquilo, seremos solo las