UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 35. Problemas y emblemas
UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 35. Problemas y emblemas
Las lágrimas comenzaron a correr por su rostro sin que Ivan lo notara. El alivio lo sumió en un estado tal que no podía ni articular: solo se dejó caer en aquella silla, besando su mano como si fuera lo más valioso del mundo.
Un segundo después alguien pareció percatarse de que la paciente estaba despierta y corrieron a avisar a los doctores, que por supuesto lo hicieron a un lado amablemente para poder examinar a la muchacha.
—¿Qué le hiciste y quién te dejó entrar? —reclamó Maggie.
Jackson miró al techo e Ivan dio un paso al frente.
—Me colé yo solito, lo siento, necesitaba estar con ella —se defendió—. ¡Pero despertó! Por favor revísala. ¿Qué haces aquí? ¡Ve!
Maggie y Jackson intercambiaron miradas y luego los dos se apresuraron a entrar en la salita. Por suerte los nuevos resultados de los análisis venían exactamente con las cifras que ellos estaban esperando así que Jackson pudo declarar a Sari fuera de la inmunodepresión.
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