UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 26. Un nuevo trato

Sari vio a su hermana forcejear, llorar, suplicarle a su padre y aunque aquella escena podía parecer conmovedora, mientras Dorina se moría de miedo y su madre sacudía el brazo de su padre con violencia, ella estaba más que segura de cómo iba terminar todo.

—¡Espera! —gritó Horvath mientras el caos parecía reinar alrededor—. Ella… a ella no…

Ivan soltó la mano de Dorina con un gesto de asco, haciéndola caer al suelo en medio de ellos y, sin mirar a Sarika, hizo un gesto hacia ella.

—Sari, parece que es tu turno. Supongo que tú eres la hija más valiosa.

Sarika cerró los ojos con fuerza. ¿Valiosa? No se sentía así. No cuando acababa de escuchar a su padre hacía unos minutos decir lo contrario. Aun ahora, a riesgo de perderlo todo, Dorina seguía siendo la favorita, la que no podía sacrificar.

Dio un paso adelante como un autómata, alargando la mano porque aquella palabra de Ivan no se le iba de la cabeza: Obediencia. Sintió la pinza alrede