UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 17. Un arma
UN ÁNGEL EN GARANTÍA. CAPÍTULO 17. Un arma
—No veo cómo eso cambia nada… —balbuceó Sari, sin saber bien adónde mirar.
Su voz temblaba apenas, lo justo para delatar el torbellino que tenía por dentro. Le ardían las mejillas, y se abrazó los brazos como si buscara esconderse en sí misma. Sentía el cuerpo vibrando contra él… ¡y no era su culpa, eran todos esos tatuajes y esa actitud de lobo feroz insoportable que tenía! Y sobre todo esa última pregunta —tan directa, tan íntima— seguía rebotando en su cabeza.
Pero Ivan no parecía ni perturbado ni impaciente. Al contrario, la miró con una sonrisa leve, como si la situación no fuera nada más que una conversación casual entre amigos.
—Tranquila, Sari —le dijo—. Solo estoy pensando en cosas interesantes. No te asustes… todavía.
Y eso, por supuesto, no ayudó demasiado. A Sari le sudaban las palmas, en cambio Ivan se giró sin esperar más explicaciones y señaló el probador.
—Ve a cambiarte. Es hora de empezar con el show.
Ella parpadeó, confundi