"Flávio"
Me pareció muy extraño que la chica bajita no me dejara recogerla del trabajo. Pero Nando me aseguró que Mel la dejaría en casa porque estaba cerca del Grupo Meléndez. Sin embargo, cuando ya estaba en el estacionamiento del edificio, Nando me llamó para preguntarme dónde estaba y si estaba solo. Me pareció todo muy extraño. Pero nunca, ni en un millón de años, me hubiera imaginado lo que me esperaba en casa. Mi hermosa chica bajita me había preparado una sorpresa. Y cuando la vi tumbada en el sofá, toda sexy, en lencería, quise devorarla con tanta lujuria.
No sé qué le pasó a esa chica bajita; era atrevida y llena de sorpresas. Me besó con una necesidad igual a la mía. La llevé a la habitación, pensando en tirarla sobre la cama, pero me desnudó y me dominó en esa silla. Estaba extasiado e insensible. Pero en cuanto se arrodilló frente a mí, casi se me salen los ojos de las órbitas. ¡Mejora! No podía creer que fuera a hacer eso. Miró mi polla como si babeara por ella. Tímidame