“Samantha”
Estaba mirando el contenido de la caja, con mil cosas dando vueltas en mi cabeza. Héctor era romántico, con una cursi y pasión. Pero era un hombre muy travieso, y yo lo sabía. Aun así, su pequeño regalo me sorprendió. Francamente, me pareció divertido, pero percibí su ansiedad y preocupación, así que decidí dejarlo sufrir un poco.
Empecé a tocar cada objeto de la caja y a examinarlo con atención. Había varios objetos cuidadosamente ordenados dentro de una caja grande. Cuanto más tiempo pasaba, más ansioso se ponía.
"Mira, mi diosa, si no te gusta, podemos ignorarlo y fingir que no te lo di", dijo Héctor rápidamente.
"Creo que tendremos que empezar con este". Saqué un pequeño tapón anal de la caja y se lo enseñé.
"¿T-te gustó?" Héctor me miró con una mezcla de alivio e incredulidad.
"¡No!" Respondí secamente, sacando un vibrador con forma de lengua de la caja, y al encenderlo, esbocé una enorme sonrisa. "¡Me encantó!"
"¡Joder, Sam! Casi me da un infarto." Heitor gruñó y se a