BRANDON
Me alegro de hacer acomodado toda su ropa, o esto sería aún más tardado. Saca un conjunto, para dejarlo en su lugar de nuevo un segundo después, para seguir con otro y otro más, esta tan nerviosa por mañana que no sé qué más puedo hacer para tranquilizarla.
- ¿Cuál te parece mejor? – me muestra dos vestidos negros, a los que no les veo ninguna diferencia
-EMm – titubeo, mira el reloj, pero, aunque tuviéramos un auto volador, no alcanzaríamos a llegar a alguna tienda
- Tienes razón, ninguno – los vuelve a colgar frustrada
- No quise decir eso – explico apresuradamente – es que, estoy seguro de que los dos te quedan perfectos – me acerco hasta tomar sus manos entre las mías – Isabel, todo va a salir bien – aseguro
- ¿Cómo puedes saberlo?
- Porque te conozco, eres muy observadora – se sonroja – y decidida, considerada y atenta – me mira esperanzada – justo lo que necesita una gran empresa
- ¿De verdad lo crees?
- No lo creo – baja la mirada – estoy seguro – sonríe ilumin