No creo una sola palabra...
De inmediato se apresuraron a poner en marcha lo pensado, Úrsula llamó a Alexander minutos más tarde preguntando.
— ¿¡Qué fue lo que le dijiste a mi hija que está con una crisis nerviosa!? ¿¡Tú no sabes que las mujeres recién tienen un bebé están de cuidados y cualquier cosa puede ser fatal!?— exageró la mujer.
— Solo le pedí el divorcio— dijo el muy tranquilo.
— ¡Alexander O'Sullivan, te hago responsable del estado emocional de pOlivia y te exijo que vengas a hacerte cargo de la situación! — pidió Úrsula— ha lidiado con éste embarazo sola y su estado de nervios está alterado.
— ¡Yo no tengo que ver con ése niño! — gritó Alexander.
— ¡Me importa un pepino tus alegatos, es tu esposa y debes estar acá!
Alexander se quedó pensando después de escuchar a la madre de Olivia y decidió llamar a Samantha, ella podía ayudarlo en estos momentos de confusión.
Ella le confirmó lo que dijo la mujer.
— Si amor, uno queda muy sensible después de un alumbramiento y algunas mujeres son más débil