Un giro inesperado...
Samantha se acomodó en el pecho de su amado esposo, y dijo:
— ¡También te amo mucho, mucho! Soy realmente una tonta por haber dudado de tí — dijo ella avergonzada.
— Ya olvida ese tema y concentrémonos en nosotros y nuestros pequeños, que por cierto me tomé el día libre para pasarlo con ustedes — dijo él.
— ¿En serio amorcito?— dijo Samantha con ternura besándolo sobre los labios.
— Así es mi amor, no quiero que existan sombras de dudas entre nosotros, vamos a ver a mis hijos y salimos por allí a comer algo — dijo Alexander.
¿Cuánto tiempo le tomó a Samantha adaptar su vida al trabajo y a la vida familiar? No fue cuestión de un día, mucha determinación y auto control, planificación de los días, todo esto trajo como resultado que ella después de tener cinco años de casada se sentía la mujer más segura y realizada en el mundo.
Ahora estaba encargada del departamento de finanzas, como toda una ejecutiva de las empresas, sus hijos ya asistían al colegio y estaba en casa todo lo más perfec