Buscando consejos...
— ¿Te gusta Eliza Gagnon?— dijo Harry— ¿y tú le gustas?
— Por eso quiero crear salidas juntos para buscar un acercamiento— dijo Tony— ¿Me ayudas en esa tarea?
— ¿Por qué crees que yo pueda ayudarte? — dijo Harry intrigado.
— No se, se me ocurrió que tú tienes más acceso a hablar, en cambio yo soy jefe— dijo Tony.
— Haré lo que pueda amigo, pero no te prometo mucho, no me veo de Cupido o casamentero— dijo Harry.
— Bueno, de todas maneras le haré la lucha, mira lo que le compré— dijo Tony— ¿crees que le guste?
Ya Harry a éstas alturas se sentía incómodo ante la insistencia de Tony de hacerlo partícipe de sus deseos de conquistar, justamente a la única chica que hasta ahora le había movido el piso.
Era un hermoso par de aretes que haría suspirar a cualquier chica.
— Eso deberías preguntarle a ella— dijo Harry.
Se sintió celoso al ver el regalo de su amigo para Eliza, su rostro debió reflejar lo que sentía porque Tony dijo:
— ¿Te enojaste?— la voz de su amigo sonaba contrariad