Horas atrás…
Tara estaba sentada en su silla favorita, la que adornaba aquel rincón frente a la gran ventana de su habitación, veía los edificios vecinos, su mirada se quedó perdida en sus pensamientos, repasando su vida en aquella hacienda a la que le había llamado “Hogar”, extrañaba cabalgar en su yegua, “Simu”, recordó a la hija del capataz, Ángela, una joven de su edad quien a veces se escapaba con ella para andar en los campos o simplemente para hacerse compañía de vez en cuando, contándose sus sueños a futuro, ella fue una buena amiga y recordó cuando su madre le había prohibido j