Lucya estaba más que molesta, estaba harta de comportarse como una buena niña, pudiese ser que de pequeña era caprichosa, y que utilizara a su hermano Lev como si fuese una muñeca, aunque a decir verdad, solo era la soledad de una niña que no tenía amigos con los cuales relacionarse, y no era porque en el clan Neizan hubiese escasez de infantes, todo se debía a la decisión que sus padres habían tomado, ella no se relacionaría con nada a lo referente del clan, la mafia no conocería a Lucya, ni viceversa, entonces la pequeña no podía jugar con ningún niño del clan, ya que la mayoría comenzaban a ser entrenados desde muy pequeños, y el hecho de que se hiciera amiga de Dima, solo fue la voluntad de la señora Dasha, a alguien que ni siquiera los padres de Lucya le podían decir que no.

Solo 8 años había convivido con ellos, y 10 años con los señores Neizan, y le parecía tan injusto, que la mayor parte de su vida la viviera con otros que no llevará su sangre, quizás era este hecho por el cua