Mariela
Estoy más tranquila, aunque solo han pasado unos días desde que el detective me dijo lo que Alberto y Paola hacían. Sin embargo, hablaré con Ivar para organizar nuestro encuentro. Por esa razón decido llamarlo de inmediato, no hay porqué perder el tiempo.
— Hola ¿Qué tal?
Ivar: todo bien ¿Y tú?
— Me alegro, estoy bien, pero necesito hablar contigo.
Ivar: justamente eso haces.
— No, quiero que sea en persona. Tenemos que organizar todo sobre nuestro encuentro.
Ivar: ah bueno, pues como desees. Solo dime dónde nos veremos y allá estaré.
— Hoy estás muy distinto. El punto es que quiero invitarte a cenar, pero no sé si quieras hacerlo.
Ivar: no hay problema. No obstante ¿Qué pasará si tu esposo nos encuentra?
— No te preocupes por él, no se va a enterar de nada y si nos encuentra tampoco pasará nada. Te lo aseguro.
Ivar: de ser así, pues te falta decirme la hora y el lugar.
— Nos vemos en el