JENNA
Entré en la habitación, que estaba caliente, en marcado contraste con el aire del pasillo y del exterior, y cerré la puerta detrás de mí.
Miré dentro de la habitación... no había nadie.
Quizás estaba fuera besándose con alguna chica o divirtiéndose.
Podría aprovechar eso para revisar la habitación.
La habitación olía ligeramente a ropa de cama limpia y colonia.
Olía a sándalo y chocolate.
Me quedé allí de pie, con la espalda apoyada en la puerta, mientras miraba a mi alrededor. Todo estaba exactamente igual.
Igual que en mis recuerdos.
Me acerqué a la mesa de la habitación, en la que había unos cuantos marcos de fotos y medallas y trofeos que no conocía.
Quizá la verdadera Clara sí los conociera.
Mis dedos recorrieron el borde de un marco plateado que había sobre la mesa.
Era una foto mía con una amplia sonrisa en la cara, abrazada al hombre al que pertenecía la habitación.
Steven.
El mismo chico de mis recuerdos.
Su sonrisa era brillante, blanca contra su piel oscura, y su mir