68. DOS.
POV. SEBASTIÁN.
— Lucía, despierta — no quería molestarla, pero ya habíamos llegado.
— Mmmm.
— Nena, llegamos.
— Conejito… — sus ojos grandes y brillantes me miraban con amor y mi corazón se acelera al máximo —. Sabes que esto es un error, recuerda lo que pasó la segunda vez.
— Ni siquiera lo pienses, te aseguro que este lugar es… Secreto.
— El pasado también lo era.
— No tanto — sonreí un poco triste por el recuerdo —. Y confíe en alguien que creí que te amaba.
— Dan.
— Sí.
— Quiero saber la verdad, no puedo dejar de verlo como…
— El hombre que casi asesina a su hijo y de paso al mío.
— Conejito… No me dejes — sus ojos eran tan preciosos y una verdadera súplica.
Pero me negué dejando un beso sobre su frente y ayudándole a bajar.
De la camioneta que venía atrás se bajaron Marie, Carmen que tenía el abdomen mucho más abultado y Loren que tenía los ojos muy rojos. Francisca decidió no venir porque aseguraba que ella no tenía ningún punto débil que pudieran atacar y que sería de más ayud