Cristal no respondió, todo en verdad había sido una coincidencia. Sonrió, comprendiendo una verdad que tenía delante, casi un milagro. Gerónimo, sin esperar más, decidió avanzar.
—¿Nunca te dio curiosidad por saber quién era yo? —Quizás le hubiera sido fácil hacerlo a través de Oliver. ¿Por qué no lo hizo si se sentía así?—Sí, pero te vi solo un momento. No te daba bien la luz, y luego me fui corriendo —confesó Cristal, tratando de mantener la firmeza mientras lo miraba de frente—. Una vez intenté buscarte entre las modelos, pero nadie supo decirme quién eras o dónde encontrarte. Desistí porque tenía miedo de que Jarret se enterara. Él era tan controlador que ni siquiera me dejaba tener amistad con otros chicos. ¡Desgraciado! Solo era un farsante… ¡Mira