Hemos acabado de ordenar la cocina, Joe no se ha ido del lugar. Son casi las 10 de la noche y la verdad es que estoy muerta de cansancio debido a todos esos lugares que hemos visitado en el centro comercial y después limpiar este lugar.
—Creo que, iré a dormir, maña tu madre quiere que veamos las decoraciones para la bienvenida de tu tía —Joe me mira bastante cansado.
—Yo también —se pone de pie y le miro estirar su enorme cuerpo.
—Que pases buenas noches —digo pero él viene hacia mi y me atrapa entre sus brazos con un profundo abrazo que termina por reconstruirme un poco.
—Me encanta tu aroma —dice con la cara pegada en mi cabello. Sus manos están pegadas a