Yelena

Si tenía alguna duda sobre cuál era mi lugar en esta manada el Alfa se encargó de disiparla.

Cuando salimos del comedor aprovechó que Britany fue a buscar las llaves del coche para llevarme de nuevo a su despacho.

—Da igual lo que digan mi Nana o mi hermana.No quiero una pareja y eso no va a cambiar así que no te hagas ilusiones con lo de ser mi Luna o la Luna de esta manada —se pasó la mano por el pelo visiblemente alterado —Puede que hoy acertaras con la idea del entrenamiento adaptado pero no quiero que pienses que tienes voz y voto aquí.Yo soy el Alfa de esta manada y tú no eres nada para mí así que conoce cuál es tu lugar.

—Yel,¿estás aquí? —la voz de Britany sonó al otro lado de la puerta.

—Sí, aquí está

La rubia entró y nos miró a ambos.

—¿Interrumpo algo?

—No, solo quería darle a Yelena una tarjeta para que se compre todo lo que necesite —el rubio abrió su cartera y sacó una tarjeta que extendió hacia mí con una falsa sonrisa en su cara.

—Se lo agradezco,Alfa,p